Ginés escribió:
Parece que algunos arqueólogos tienen dudas sobre la romanidad del acueducto
No se que decirte, en principio
Miguel Arenillas Parra parece tener la suficiente solvencia y experiencia en lo que es el mundo romano.... otra cosa es que, efectivamente, no es arqueólogo.... es ingeniero de caminos y a los arqueólogos en general y a los arqueólogos toledanos en particular no les suele gustar que gentes de otras profesiones se metan en su terreno (sirva de ejemplo lo mucho que critican al arquitecto Jean Passini).
Ginés escribió:
P.D.: A finales del siglo XVI se hicieron obras de canalización desde la fuente del Cardenal hasta la Quinta, imagino que lo descubierto no tendrá nada que ver con aquello
Arenillas lo tiene en cuenta:
Citar:
La dehesa de Pozuela es un pago histórico que se reparte entre los actuales términos municipales de Toledo
y Cobisa. Su nombre, documentado ya en el siglo XIV (Porres 1988), deriva del latín puteola, es
decir, los pozos pequeños o pozuelos, en clara relación con los registros que jalonaban la antigua captación-
conducción romana.
La fuente o manantial en que, con el tiempo, se convirtió la obra, dio lugar, según lo antes anotado, a
que en 1588, el Cardenal Quiroga pidiese permiso al Ayuntamiento de Toledo para llevar «encañadas» las
aguas del arroyo que allí nacía (en «la parte que decían el Pozuelo o el Alamo») hasta su finca de La
Quinta4 (AMT, Caja de agua. Fuentes. 1574–1894, 1729; Porres 1988; Cerro 1990, 278). El Ayuntamiento
le concedió el uso del agua, con la condición de emplear sólo una parte de ella y construir un arca
en el punto en que manaba para que pudieran seguir abrevando los ganados de la zona. En adelante, este
arroyo será conocido en la documentación como el de La Fuente del Cardenal o Pozuela Nueva (Martín
[1866] 1997, 29; Moraleda 1908, 14). El Cardenal Quiroga construyó además otra fuente, o depósito, en
su finca, a la que llegaba el agua encañada desde la antigua conducción romana: la Fuente de Buenavista
o del Emperador.
Mediado el siglo XIX la escasez de agua en Toledo se hizo acuciante. El arquitecto municipal, en
aquel momento Ángel Cosmín, manifiesta al Ayuntamiento la necesidad de buscar nuevos puntos de
abastecimiento fuera de la ciudad, pidiendo especial atención a las aguas de La Pozuela, en concreto a La
Fuente del Cardenal (Cerro 1990). De las propuestas presentadas, finalmente se aceptó la planteada por el
ingeniero de minas Luis de la Escosura, que prometía abastecer sobradamente a la ciudad con aguas provenientes
de la Fuente del Cardenal «para apagar la sed» y, para usos menores, las del Tajo (AMT, Documentos
. . . , 1861). De forma paralela, el Ayuntamiento comienza a tratar con el Marqués de Malpica,
dueño en aquellas fechas de la Fuente del Cardenal, para que cediese el agua a la ciudad de Toledo. Así,
en 1862, el manantial de La Pozuela pasa a ser de utilidad pública, reservándose una parte de los caudales
para su uso en los terrenos de la Quinta, cantidad que sería variable en función de las aportaciones
del manantial (AMT, Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. Años 1814–1863).
Tras una serie de trabajos de mejora en el entorno de la fuente, en las que, como explicaremos, se realizan
obras que interceptan la galería de captación romana, en 1863 se inauguró el nuevo abastecimiento.
Las aguas captadas en La Pozuela –que Escosura estimó en un litro por segundo (AMT, Documentos . . . ,
1867)– se conducían a Toledo mediante tuberías que cruzaban en sifón el Tajo sobre el Puente de San Martín
y se distribuían desde unos depósitos situados en el punto más alto de la ciudad, la plaza de San Román.
Esta tarde prometo subir unas cuantas fotos de los pozos, la fuente del Cardenal, la fuente de la Peña etc., que ha realizado el compañero Eduardoasb en la tarde de ayer.