Parece que un prospero empresario de hostelería ha encontrado una de las puertas de los palacios de Al Mamut:
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CALLEJÓN DE SANTA FE. NOTAS DIFERENCIADORAS
Futuro ejemplo de revitalización urbana
El callejón de Santa Fe, en pleno corazón del Casco Histórico, podría convertirse en un espacio singular, si se tuvieran en cuenta las iniciativas que se proponen de la mano del arquitecto Manuel Serrano y el arqueólogo Arturo Ruiz Taboada.
Para Serrano, «esta zona necesita de una reflexión frente a lo que se está manteniendo de forma mecánica». Este arquitecto recuerda que hay espacios de la ciudad que se han mantenido emulando a siglos pasados. En este pequeño cajellón, su idea pasa por un cambio que otorgue vida a este espacio, degradado durante años. Se trataría de proporcionarle calidez para que
cuando los turistas recorran estas calles, al girarse, se encuentren con una zona donde el pavimento sea diferente y en
el que exista vegetación, con la colocación de un árbol junto a la entrada del Santa Fe. En su opinión, en el callejón de Santa
Fe «falta un respiradero y un pavimento más amable».
Para Arturo Ruiz Taboada, en el callejón de Santa Fe se unen factores contrapuestos, que pueden ser complementarios, como el futuro Museo de Santa Fe junto a un conocido local hostelero. Un ejemplo a seguir, en su opinión, es la intervención que en su día se desarrolló en la fachada de Madre de Dios.
En la actualidad, Ruiz Taboada está trabajando en un local particular de esta travesía, donde se han encontrado restos de una de las puertas de acceso a los palacios de Al Mamut.
(Noticias de Toledo, Viernes 2 de mayo 2008)Han encontrado una segunda puerta árabe e importantes relieves visigodos, en el local de Ventura, al lado de Santa Fé:
Una nueva puerta islámica aparece junto a Santa FeSi se tienen en cuenta las medidas del elemento hallado, la puerta encontrada es como la Puerta de Alcántara y similar, en su tipología, a la llamada Puerta de Valmardón
DAVID PÉREZ
latribunadetoledo.es
c.m. / toledo
Autoregeneración. La historia de Toledo no está del todo escrita, pero los continuos hallazgos acreditan, uno tras otro, que la ciudad ha estado regenerándose con el paso de los siglos. Es la palabra utilizada por el arqueólogo Arturo Ruiz Taboada para referirse a los descubrimientos que, desde 2005, viene realizando en el desarrollo de unas obras de mejora en un inmueble colindante con el Convento de Santa Fe.
Los primeros trabajos ya sacaron a la luz el paramento de la muralla que protegía la antigua medina islámica, y en la última fase Ruiz Taboada ha localizado una puerta monumental enmarcada que, a buen seguro, comunicaba la medina con la alcazaba. Aunque no es posible precisar la fecha de la puerta en un punto concreto del periodo islámico alto-medieval, todo parece indicar que puede tratarse de una de las primeras dotada, en este caso, de un acceso tripartito exterior conformado por torre, arco de herradura y torre.
De hecho, si se tienen en cuenta las medidas, la puerta encontrada es como la Puerta de Alcántara y similar, en su tipología, a la llamada Puerta de Valmardón. Es importante destacar que la puerta está acompañada de un lienzo de muralla que, además, realiza un quiebro que enmarca y aporta razones para pensar que esta entrada no era menor.
Por lo tanto, esta nueva puerta se une a la documentada -en los trabajos arqueológicos promovidos por el Consorcio en la travesía de Santa Fe- en la muralla interior del alficén. Puerta que, por sus características constructivas y el contexto en el que se encontró, se identificó con el cierre de los palacios de Al-Mamún en época taifa. La interpretación que se hace de este acceso en la muralla está en relación con la reforma que hace Al-Mamún del interior del alficén a principios del siglo XI. Esta puerta era tan sólo conocida por aparecer mencionada en fuentes cristianas como puerta de la Explanada.
Pues bien, existen dos puertas en el mismo espacio aunque, en opinión del arqueólogo, «son diacrónicas» al estar relacionada la primera -es decir, la que ocupa la puerta de Santiago- con el cierre de los palacios en un recorrido Este-Oeste, mientras que la recién hallada (con recorrido Norte-Sur) constituiría el cierre oeste que daba a la ciudad.
En cuanto a la muralla conservada, será interesante observar -cuando se inaugure el local- la reutilización en el lienzo de bellos relieves visigodos, y la preservación del tapial asociado directamente al lienzo de muralla, hecho que ha sido documentado por primera vez en Toledo. No ha encontrado Arturo Ruiz Taboada, sin embargo, nada de estatigrafía romana y sí, como ya documentó en la anterior intervención, la aparición de algunos materiales cerámicos pertenecientes a la edad del Hierro I, lo que revela la existencia de una antigua ocupación prehistórica.
Cada uno de los descubrimientos podrá ser visionado en el lugar porque las obras han estado en todo momento condicionadas por los hallazgos arqueológicos. Por ello, y trabajando en equipo el arqueólogo, el arquitecto y el decorador, el proceso ha permitido la anastilosis -realzado de columnas hundidas; se dice también de la reconstrucción de un edificio antiguo obtenida mediante la reunión en él de sus elementos arquitectónicos dispersos- de la imposta hacia arriba y la reincorporación de las jambas y los elementos caídos. Todo ello, aplicando la diferenciación precisa para distinguir las partes originales de las integradas.
